El cuerpo humano tiene más de 400 articulaciones, que se utilizan a diario. Éstas desempeñan un papel crucial en la movilidad de cada individuo, y es importante cuidarlas. Con la edad, el cuerpo produce cada vez menos cartílago y aparecen las primeras sensaciones de incomodidad. Afortunadamente, existen varios tratamientos naturales para aliviar el dolor articular.
¿Qué causa el dolor articular?
El dolor articular se caracteriza por molestias, rigidez, hinchazón, crujidos o bloqueos en articulaciones como la rodilla, la cadera o el tobillo... Este fenómeno no es inusual y se produce de forma natural con la edad, entre los 40 y los 50 años. En efecto, con el paso del tiempo, el organismo produce cada vez menos cartílago, lo que hace que las articulaciones sean más frágiles y sensibles. Por otra parte, los deportistas suelen experimentar este tipo de problema a una edad temprana, ya que el dolor articular también puede desarrollarse como consecuencia de un golpe, un accidente, una mala caída o un esguince, por ejemplo. Del mismo modo, los profesionales que trabajan en empleos manuales o en fábricas, que realizan a diario movimientos muy repetitivos en una cadena de producción, suelen padecer dolores articulares porque estos movimientos desgastan el cartílago. Además de la edad, el desgaste y los accidentes, algunas enfermedades como la gota, la gripe o el chikungunya también provocan este tipo de problemas.
En el caso de las personas mayores, con sobrepeso o deportistas, el desgaste del cartílago suele derivar en la presencia de artrosis. Se trata de una degeneración de las articulaciones que ataca progresivamente al cartílago y provoca diversos grados de dolor articular. La artrosis afecta principalmente a las caderas, las vértebras y las rodillas. También es posible que el dolor esté causado por una inflamación de la articulación, que a menudo se traduce en la presencia de artritis. Esta última se manifiesta con sensaciones de dolor agudo en las mismas zonas que la artrosis, pero también en las muñecas, los codos, las manos, los tobillos y los hombros. Aunque no existe cura conocida para la artrosis, existen diversos tratamientos naturales para reducir el dolor articular.
Tratamientos naturales para el dolor articular:
El dolor articular puede tener varios orígenes y afectar a cualquier persona. Si la sensación de dolor es recurrente, acompañada de enrojecimiento, fiebre y fatiga, es imprescindible consultar al médico. En el caso de la artrosis o la artritis, existen varios remedios naturales que pueden utilizarse para aliviar la sensación de malestar o dolor.
- Infusiones de ulmaria o jengibre
Algunas plantas tienen de forma natural potentes propiedades antiinflamatorias, y el jengibre es una de las más conocidas. Consumido en infusión, es una muy buena forma de calmar los dolores articulares ligados a la artritis. Las infusiones de ulmaria también son especialmente eficaces. Esta planta tiene un verdadero potencial antiinflamatorio y analgésico. Entre otras cosas, ayuda activamente a aliviar el sufrimiento causado por el reumatismo, la artritis o la artrosis. Preparar este tipo de infusión es muy sencillo, basta con hervir agua, en la que se sumergen rodajas de jengibre u hojas de ulmaria. Se aconseja dejar infusionar durante unos quince minutos y tomar al menos cuatro tazas al día para comprobar su eficacia.
- Cúrcuma, la especia antiinflamatoria
Esta especia, utilizada desde hace siglos en la medicina ayurvédica, también contiene valiosas propiedades antiinflamatorias. Contiene vitaminas C, E, B3 y B6, así como curcumina, que le confiere otras muchas propiedades: antioxidante, neuroprotectora y quizá incluso antitumoral, según algunos investigadores. Por tanto, parece ideal para aliviar el sufrimiento asociado a la artrosis y también para calmar la rigidez y otras molestias funcionales. Varios estudios científicos, entre ellos un ensayo aleatorizado realizado en 2020, parecen confirmar estos efectos beneficiosos y atestiguan que el consumo de cúrcuma redujo significativamente el dolor de rodilla en sujetos que la ingirieron durante 12 semanas. La cúrcuma puede consumirse de diversas formas, siendo la más habitual a través de suplementos dietéticos. En nuestra gama de complementos alimenticios, Living Gold contiene esta especia entre sus ingredientes.
- Masajes con arcilla o aceites esenciales
Además de las infusiones de ulmaria, jengibre y cúrcuma, los masajes terapéuticos pueden proporcionar un gran alivio a las zonas doloridas. Estos gestos no sólo ayudan a aliviar el dolor, sino también a desbloquear las obstrucciones. Aplicar un remedio directamente sobre la piel garantiza que el organismo lo absorba directamente y existen dos tratamientos naturales para el dolor articular que pueden administrarse de esta forma: la arcilla, ya sea roja o verde, y el aceite esencial de eucalipto limón. La arcilla tiene propiedades analgésicas bien conocidas por el público en general. Masajear una articulación dolorida con una pasta de arcilla roja o verde durante dos o tres horas produce un verdadero alivio. Este preparado es bastante sencillo de elaborar, ya que basta con mezclar la arcilla cruda con agua tibia.
Por otro lado, el aceite esencial de eucalipto limón también es muy eficaz para aliviar el dolor articular, debido a sus propiedades antiinflamatorias. Muy concentrado, no se deben aplicar más de 4 gotas sobre la piel. Lo ideal es diluirlo en agua u otro aceite antes de aplicarlo. Un método consiste en mezclar 10 gotas de aceite de eucalipto limón con una cucharadita de aceite vegetal como el de macadamia. En nuestra gama de productos de bienestar ofrecemos esta vez un Complejo Aromático muy puro que también es muy eficaz para aplicaciones locales.
