Cada año en Francia, las actividades económicas y los hogares producen más de 300 millones de toneladas de residuos. Estos residuos tienen un impacto negativo en el medio ambiente, la salud y la economía. Consumen recursos naturales, emiten gases de efecto invernadero, contaminan el suelo y el agua y su tratamiento es costoso. Para reducir este impacto, es esencial clasificar correctamente los residuos, de modo que puedan reciclarse y recuperarse. ¿Cuáles son los retos y las ventajas de la clasificación de residuos? ¿Qué hay que hacer para clasificar bien los residuos? Este artículo ofrece algunas respuestas.
Definición e importancia de la clasificación de residuos :
La clasificación de residuos consiste en separar y valorizar los residuos en función de su naturaleza y composición, para dirigirlos después hacia canales de reciclado o valorización. La recuperación de materiales abarca la recuperación, reutilización, regeneración y reciclado de los materiales extraídos de los residuos. Los nuevos materiales generados se denominan "materias primas secundarias" o "materias primas recicladas". Clasificar los residuos tiene muchas ventajas, que abordaremos en tres ámbitos: medioambiental, sanitario y económico.
Beneficios medioambientales :
Clasificar los residuos ayuda a preservar los recursos naturales, a menudo no renovables, utilizados para fabricar los productos que consumimos. Al reciclar los residuos, reducimos nuestro consumo de materias primas, agua y energía. Por ejemplo, reciclar una tonelada de papel ahorra 17 árboles, 26.000 litros de agua y 4.000 kWh de electricidad. Reciclar una tonelada de plástico ahorra 830 litros de petróleo. Reciclar una tonelada de aluminio ahorra el 95% de la energía utilizada para producir aluminio primario.
Clasificar los residuos también ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Al reciclar los residuos, evitamos los vertederos o la incineración, que son fuentes importantes de CO2. Reciclar una tonelada de vidrio, por ejemplo, evita 670 kg de emisiones de CO2. Reciclar una tonelada de cartón evita 900 kg de emisiones de CO2. Reciclar una tonelada de metal evita 4 toneladas de emisiones de CO2.
Por último, la clasificación de residuos también contribuye a limitar la contaminación del suelo y el agua, que puede tener consecuencias perjudiciales para la biodiversidad y la salud humana. Al reciclar los residuos, reducimos su cantidad enviada a vertederos o incineradoras, donde pueden liberar sustancias tóxicas como metales pesados, dioxinas y furanos. Por ejemplo, reciclar una tonelada de pilas evita que se liberen al medio ambiente 600 kg de metales pesados. El reciclado de una tonelada de neumáticos usados evita la producción de 1,5 toneladas de cenizas tóxicas.
Beneficios para la salud :
Desde el punto de vista sanitario, la clasificación de residuos contribuye a proteger la salud humana al evitar la exposición a sustancias nocivas que pueden estar presentes en determinados tipos de residuos, como medicamentos, productos químicos, pilas, bombillas o aparatos eléctricos y electrónicos. Estas sustancias pueden tener efectos indeseables sobre el sistema nervioso, hormonal, inmunitario o reproductor. También pueden ser cancerígenas, mutágenas o teratógenas. Los medicamentos desechados por el inodoro o en el cubo de la basura pueden contaminar el agua y tener efectos sobre la fauna acuática o sobre las personas que beben el agua. Los productos químicos desechados pueden reaccionar entre sí y provocar incendios, explosiones o emisiones de gases tóxicos. Las pilas que se tiran pueden liberar mercurio, cadmio o plomo, que son metales pesados peligrosos para la salud.
La clasificación de residuos también ayuda a proteger la salud de los empleados que trabajan en los centros de clasificación, reciclado y recuperación de residuos. Al clasificar correctamente, se evita mezclar residuos que no son compatibles o depositar residuos peligrosos en contenedores que no están diseñados para ello. Por ejemplo, depositar una pila, una botella de gas o una lata de aerosol en el contenedor amarillo podría provocar un incendio o una explosión en el centro de clasificación y poner en peligro la vida del personal. Depositar un producto químico, un medicamento o residuos infecciosos en el contenedor verde puede exponer a los empleados al riesgo de intoxicación, infección o lesiones.
En términos económicos, el reciclado puede convertirse en un verdadero motor :
Clasificar los residuos crea valor al transformarlos en materias primas, productos o energía. De hecho, reciclando residuos podemos fabricar objetos nuevos, como botellas, latas, bolsas, ropa, muebles, juguetes, etc. Por ejemplo, con 27 botellas de plástico se puede hacer un jersey. Con 670 latas de aluminio se puede hacer una bicicleta. Con 80 cartones de leche se puede hacer una silla. Recuperando los residuos, podemos producir energía, como biogás, electricidad o calor. Una tonelada de residuos orgánicos produce 100 m3 de biogás, que puede utilizarse para calentar, cocinar o generar electricidad. Además, una tonelada de residuos domésticos puede producir 500 kWh de electricidad o 600 kWh de calor, que pueden utilizarse para iluminación, calefacción o agua caliente sanitaria.
La clasificación de residuos también contribuye a crear empleo mediante el desarrollo de actividades relacionadas con la recogida, la clasificación, el reciclaje y la recuperación de residuos. Estas actividades requieren trabajadores cualificados, que pueden contratarse localmente y beneficiarse de oportunidades de formación y desarrollo profesional. En Francia, el sector del reciclaje emplea a más de 30.000 personas y genera unas ventas de más de 8.000 millones de euros al año. Clasificar los residuos también ayuda a reducir costes, al disminuir los gastos de tratamiento de residuos. En efecto, al clasificar sus residuos, reduce la cantidad de residuos enviados a vertederos o incineradoras, que son métodos de tratamiento costosos, tanto desde el punto de vista financiero como medioambiental. En Francia, el coste medio del tratamiento de una tonelada de residuos domésticos es de 110 euros en vertedero, 100 euros en incineración, 50 euros en compostaje y 10 euros en reciclado.
Cómo clasificar correctamente sus residuos :
Para clasificar correctamente sus residuos, debe seguir las instrucciones de clasificación de su ayuntamiento, que pueden variar de una zona a otra. En general, existen tres tipos de contenedores: verde para los residuos no reciclables, amarillo para los reciclables y marrón para los orgánicos. También hay puntos de recogida voluntaria para determinados tipos de residuos, como vidrio, papel, cartón, textiles, pilas, bombillas, medicamentos, etc. Aunque el número de contenedores diferentes pueda parecer grande, existen páginas web que le ayudarán a orientarse fácilmente. Una vez que le hayas cogido el truco, ¡no hay nada que te impida convertirte en un perfecto clasificador! Al responsabilizarte de la clasificación de tus propios residuos, también puedes transmitir los buenos hábitos a las generaciones futuras, que necesitarán preservar nuestro planeta más que nunca.