Utilizada desde hace siglos en la medicina ayurvédica, la cúrcuma posee numerosas virtudes para el cuerpo humano. Extraída de una planta perenne que se encuentra de forma natural en la India, la cúrcuma longa tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes y protege el aparato digestivo y las articulaciones. En Occidente, se utiliza principalmente para condimentar ciertos platos en la cocina, pero también está disponible en forma de cápsulas, complementos alimenticios o extractos líquidos.
¿De dónde procede la cúrcuma?
La cúrcuma, también conocida como turmeric o turmeric, procede de una hierba perenne que crece de forma natural en el subcontinente indio. Tiene tallos muy largos que crecen bajo tierra, los cuales a su vez tienen unas excrecencias llamadas rizomas. Estos rizomas contienen los beneficios de la cúrcuma. Los rizomas dan a la cúrcuma en polvo, que se utiliza como colorante en la industria alimentaria, su color, que va del amarillo brillante al naranja. Existen más de 130 variedades en todo el mundo, y la cúrcuma longa y la cúrcuma xanthorrhiza son las más conocidas y consumidas. De hecho, la medicina tradicional india utiliza esta planta desde hace siglos por sus múltiples beneficios, que afectan a todo el cuerpo humano.
La cúrcuma y sus beneficios:
Rica en micronutrientes, proteínas y vitaminas, la cúrcuma debe muchas de sus propiedades a su principal principio activo, la curcumina. Se trata de una molécula liposoluble, perfectamente asimilable por el organismo, que constituye un antiinflamatorio y antioxidante muy potente. Por tanto, la cúrcuma es beneficiosa para el organismo humano a varios niveles.
- Un antioxidante especialmente eficaz
La curcumina contenida en los rizomas es un potente antioxidante natural. Por tanto, esta planta contribuye a eliminar los radicales libres del organismo y ayuda a frenar los efectos del estrés oxidativo cuando hay demasiados. Además de estos beneficios, la cúrcuma contiene vitaminas C y E, que también son antioxidantes muy eficaces.
- Un antiinflamatorio muy potente
Una de las propiedades más famosas de la curcumina son sus propiedades antiinflamatorias. La medicina tradicional asiática la utiliza desde hace siglos como medida preventiva y curativa de inflamaciones crónicas como el reumatismo, la artrosis y dolores inflamatorios como el lumbago o la tendinitis. La cúrcuma también alivia los graves sufrimientos asociados a la fibromialgia. Esta planta también tiene propiedades regenerativas: tras un accidente, una lesión o un traumatismo físico, la curcumina ayuda a mejorar la circulación sanguínea y a acelerar la cicatrización y la recuperación general del organismo.
- Un protector natural de las articulaciones
Las propiedades más conocidas de la cúrcuma se refieren a las articulaciones. La curcumina contenida en los rizomas es muy eficaz para calmar el dolor articular y favorece la regeneración de los tejidos, tanto en las articulaciones como en los músculos, tendones y ligamentos. Como antiinflamatorio y antioxidante natural, la cúrcuma protege al organismo de los daños causados por el estrés oxidativo, ayudando así a combatir la inflamación de toda la articulación, los tendones y la bursa. Varios estudios han demostrado que la cúrcuma es una alternativa eficaz al ibuprofeno, los antiinflamatorios no esteroideos y los analgésicos medicinales.
- Un aliado del sistema digestivo
La cúrcuma también es famosa por sus beneficios para el sistema digestivo. Sus principios activos forman una auténtica barrera protectora en la mucosa gástrica y destruyen varias bacterias malas desarrolladas por el organismo. Por ejemplo, la cúrcuma inhibe el crecimiento de la bacteria intestinal Helicobacter pylori, causante de graves problemas como las úlceras gástricas y duodenales. La cúrcuma estimula la digestión en general y desempeña un papel activo en el confort digestivo: ayuda a segregar bilis, lo que facilita la digestión de los alimentos, y reduce los trastornos gastrointestinales más comunes. La OMS reconoce oficialmente sus virtudes en el tratamiento de este tipo de problemas y confirma la eficacia de esta planta en casos de náuseas, pérdida de apetito, dolor de estómago o sensación de pesadez. Esta planta también alivia el estreñimiento, la gastroenteritis y la diarrea infecciosa.
¿Cómo consumir la cúrcuma?
Consumida sobre todo como especia para condimentar platos, la cúrcuma puede ingerirse de diferentes maneras. Una de las formas más sencillas es hervir una raíz de cúrcuma en agua durante dos o tres minutos. Para que estas infusiones sean eficaces, hay que tomar al menos tres al día. También existen suplementos dietéticos en forma de cápsulas, así como extractos líquidos o jarabes para tomar cúrcuma como cura.
Ahora ya sabes todo lo que necesitas saber sobre la cúrcuma y sus beneficios. Para aprovecharlo, puede probar nuestro complemento alimenticio líquido rico en curcumina, Living Gold, que también contiene otros antioxidantes liposolubles naturales como la coenzima Q10, la astaxantina y la vitamina E.