Utilizado desde hace siglos por los asiáticos, en particular japoneses, coreanos y tailandeses, el ajo negro se abre paso poco a poco en Europa. Obtenido tras un proceso de fermentación, este producto posee numerosas virtudes terapéuticas: potente antioxidante, acción contra el colesterol malo y el envejecimiento celular... ¡Aquí tiene 4 beneficios del ajo negro!
Un refuerzo del sistema inmunitario :
Las propiedades del ajo, a menudo utilizado para condimentar platos en la cocina europea, parecen ser bien conocidas en el Viejo Continente, pero las de su versión fermentada, conocida como ajo negro, son mucho menos conocidas. Este alimento asiático tiene numerosos beneficios para el organismo. Para empezar, el ajo negro estimula la producción de glóbulos blancos, lo que tiene el efecto directo de reforzar el sistema inmunitario. Se realizó un estudio sobre este tema, en el que se administró a los participantes ajo negro o ajo crudo antes de hacerles un análisis de sangre. Resultó que los que habían comido ajo negro mostraban una mayor actividad inmunoestimulante que los que habían comido ajo crudo. Como resultado, el ajo negro aumenta la actividad inmunitaria del organismo y también ayuda a combatir ciertas bacterias e infecciones. Es aconsejable consumirlo cuando cambia la estación, ya que es muy eficaz para tratar pequeñas infecciones intestinales y dolencias invernales. El ajo negro también puede utilizarse para desintoxicar el hígado. En general, contribuye en gran medida a limpiar y preservar todo el sistema digestivo, así como a restablecer una flora intestinal de calidad.
Un remedio contra el colesterol malo :
El ajo negro también es famoso por su efecto sobre los niveles de colesterol en sangre. Aumenta el nivel de lipoproteínas de alta densidad, o colesterol "bueno", y regula la concentración de colesterol "malo". Varios estudios han demostrado esta acción, en particular en 2014. En este estudio participaron unos sesenta voluntarios, algunos de los cuales comieron ajo negro dos veces al día durante 12 semanas. Al final de este periodo, los investigadores establecieron que los individuos que lo habían ingerido presentaban niveles de lipoproteínas de alta densidad significativamente más elevados que los demás, lo que indicaría que el ajo negro tiene un impacto positivo sobre los niveles de colesterol y el sistema cardiovascular en su conjunto. Otro estudio, realizado en 2015, pidió a los participantes que comieran ajo negro al mismo tiempo que seguían una dieta rica en grasas, y los resultados confirmaron esta evaluación inicial: los niveles de colesterol "bueno" habían aumentado y los de colesterol "malo" habían disminuido. Por último, en Corea, los científicos probaron los efectos del ajo negro en ratas obesas, que se comportaron del mismo modo que los humanos y vieron cómo sus niveles de triglicéridos descendían tras el consumo de ajo negro.
Un potente antioxidante contra el envejecimiento celular :
El ajo negro se conoce a menudo como "el tesoro de bondades de Asia" por sus múltiples virtudes: además de reforzar el sistema inmunitario, es un auténtico concentrado de antioxidantes. Éstos combaten el envejecimiento de las células provocado por el estrés oxidativo y protegen el cerebro y sus neuronas. Uno de los principales componentes del ajo negro es la S-alil-cisteína, o SAC, que es un antioxidante muy potente, fácilmente absorbido por el organismo y menos tóxico que otros componentes del ajo crudo. Gracias a esta elevada concentración, el ajo negro es un complemento dietético muy eficaz para proteger el cerebro, y la memoria en particular, de los efectos a largo plazo de los oxidantes. También se utiliza tradicionalmente para reducir el estrés y la fatiga crónica y para prevenir las enfermedades neurodegenerativas.
Un aliado para un sistema cardiovascular sano :
Además de preservar el cerebro y la memoria, este alimento es un auténtico protector del sistema cardiovascular. El ajo negro posee propiedades muy específicas que le permiten actuar a tres niveles: la circulación sanguínea, los vasos sanguíneos y el corazón. En primer lugar, es un anticoagulante natural. Por consiguiente, reduce el riesgo de formación de coágulos sanguíneos, que pueden causar daños en el cerebro o el corazón y provocar enfermedades graves como infartos, derrames cerebrales o flebitis. Es aconsejable que informe a su médico si está tomando medicamentos anticoagulantes, para evitar que su sangre se diluya demasiado. El ajo negro es también un hipolipemiante, lo que significa que reduce la síntesis de grasas, en particular del colesterol, como ya se ha dicho. El colesterol malo es la causa de muchas enfermedades cardiovasculares, como los accidentes cerebrovasculares y los infartos de miocardio. El ajo negro es también un antihipertensivo, lo que significa que regula la tensión arterial y protege el sistema circulatorio, en particular los riñones, el corazón y el cerebro.
Así pues, el ajo negro parece ideal para prevenir numerosas enfermedades cardiovasculares, eliminar el colesterol malo y proteger el cerebro de los trastornos relacionados con el impacto de los oxidantes. Puede tomarse en diversas formas, entre ellas las que propone Ecosystem Laboratoire: como complemento alimenticio líquido o en forma de dientes pelados listos para usar.¡Es el condimento perfecto para sus platos!
